jueves, 25 de septiembre de 2008

Mi gin tonic



“Hay días sospechosamente Light,
hay un deseo que pido siempre que pasa un tren.”


Caben todas en un vagón. Las pocas cosas que me importan este verano. Como mucho en un par de asientos. Me pido ventana. Para despertar y adivinar por los colores del paisaje hacia dónde vamos. Mis cosas y yo. Muy lejos. Cercanías es para trabajadores o estudiantes. A veces para estudiantes que trabajan. Para pobres. Para estúpidos. Para gente sin vacaciones. Sin suerte. Que huelen a sudor. A los que les queda mal el uniforme.

Me pido ventana para tirar a las vías algunos recuerdos recientes. Para tirar a las vías al revisor. Para tirar a las vías mensajes en una litrona. Me pido ventana. Para romperla y saltar en marcha cuando la distancia me empiece a asustar. Cuando me harte de ser otro. De ser demasiado yo.

La verdad es que si ese tren existe lo perdí hace tiempo.
Así que... sí Andrés, yo también lo pido. Sinceramente, espero que descarrile. Y no sé porqué, pero sospecho que me enteraré de la desgracia por un titular de periódico gratuito. Sonreiré satisfecho, lo introduciré junto con los demás en la bolsa de basura, bajaré del tren, y seguiré trabajando como limpiador en la estación hasta que termine el verano.






(20-07-08)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabes amigo? Me sigue encantando leerte, m sigue erizando el bello leer como expresas en palabras kosas qyo tb he sntido alguna vz...nunk djas d sorprenderme!
Gracias,
con ganas de darte un gran abrazo,
Marta.

Anónimo dijo...

Hacía tiempo que no me paseaba por estos lares...y casi había olvidado lo bien q me sentaba leerte
Un abrazo tío