Resaca
"Cuando toca fondo, a la gente se le llenan los ojos de cosas hermosas".
Bohumil Hrabal
extraído de "Poesía para Bacterias",
selección de poesía contemporánea de Sergi Puertas.
Editorial "Cuerdos de Atar", 2008.)
Bohumil Hrabal
En tu cabeza, bajo dos cabezas ingrávidas que no son tuyas,
la leucemia de los tigres lucha y araña la cáscara del cráneo,
hasta que sientes el zarpazo final cerca del cuello:
un trozo de plomo ha tocado ya fondo.
Hebras de dolor se desplazan a un lado del estómago,
dos barcos se mecen
a ambos lados de tu nuca.
Atravesando la aduana de tu ángel
repasas y rescatas la trayectoria de una noche borrosa,
inventariando hechos de los que cualquier persona decente
se arrepiente o avergüenza o incomoda.
Es entonces cuando empiezas a recordar:
que a las cuatro de la mañana
te recogieron semi-inconsciente en un barrio
de tu propia ciudad
que sin embargo te era totalmente extraño.
Te trajeron a casa unos desconocidos compasivos.
Estrábico mirabas por la ventana de aquel coche nuevo,
cuando dos ojos retrovisores te dicen, <
tú escribes, ¿por qué no me firmas un autógrafo?>>
Y tú, borracho y disimulando, garabateas un texto surrealista
en un mapa de carreteras comarcales
que el benefactor saca de la guantera.
Dónde vives, te pregunta
y tú mientes
al darle el nombre de la calle.
Sales corriendo del coche tropezándote
con sueños que huyen hasta de sus propios dueños,
buscando ratoneras donde esconderse.
Ratoneras, relojes con agujas hipodérmicas, tu cabeza,
tu mandíbula prominente, tu reflejo caníbal ante el espejo,
mímica abyecta del arrepentimiento.
Amarillo te retuerces sobre el lavabo y escupes el ala rota
de una mariposa roja,
<>,
te dices con la distancia
que te salvará o te condenará quizás algún día.
Las rodillas tiemblan como escrutadas por un ladrón de cajas de caudales
que tantea inútilmente la combinación,
y tu cabeza sigue bajo dos cabezas ingrávidas que no son tuyas,
ni de tu ángel de cara sucia,
ni de nadie ya
cuando la leucemia de dos tigres lucha
tras la cáscara de tu cráneo.
(Poema de Harkaitz Cano,
la leucemia de los tigres lucha y araña la cáscara del cráneo,
hasta que sientes el zarpazo final cerca del cuello:
un trozo de plomo ha tocado ya fondo.
Hebras de dolor se desplazan a un lado del estómago,
dos barcos se mecen
a ambos lados de tu nuca.
Atravesando la aduana de tu ángel
repasas y rescatas la trayectoria de una noche borrosa,
inventariando hechos de los que cualquier persona decente
se arrepiente o avergüenza o incomoda.
Es entonces cuando empiezas a recordar:
que a las cuatro de la mañana
te recogieron semi-inconsciente en un barrio
de tu propia ciudad
que sin embargo te era totalmente extraño.
Te trajeron a casa unos desconocidos compasivos.
Estrábico mirabas por la ventana de aquel coche nuevo,
cuando dos ojos retrovisores te dicen, <
tú escribes, ¿por qué no me firmas un autógrafo?>>
Y tú, borracho y disimulando, garabateas un texto surrealista
en un mapa de carreteras comarcales
que el benefactor saca de la guantera.
Dónde vives, te pregunta
y tú mientes
al darle el nombre de la calle.
Sales corriendo del coche tropezándote
con sueños que huyen hasta de sus propios dueños,
buscando ratoneras donde esconderse.
Ratoneras, relojes con agujas hipodérmicas, tu cabeza,
tu mandíbula prominente, tu reflejo caníbal ante el espejo,
mímica abyecta del arrepentimiento.
Amarillo te retuerces sobre el lavabo y escupes el ala rota
de una mariposa roja,
<
te dices con la distancia
que te salvará o te condenará quizás algún día.
Las rodillas tiemblan como escrutadas por un ladrón de cajas de caudales
que tantea inútilmente la combinación,
y tu cabeza sigue bajo dos cabezas ingrávidas que no son tuyas,
ni de tu ángel de cara sucia,
ni de nadie ya
cuando la leucemia de dos tigres lucha
tras la cáscara de tu cráneo.
extraído de "Poesía para Bacterias",
selección de poesía contemporánea de Sergi Puertas.
Editorial "Cuerdos de Atar", 2008.)
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