Llevarás vaqueros rotos.
Te olerá el pelo a chicle.
Reirás todo el tiempo.
Buscaré tu rostro entre todos lo que se cruzan veloces
desde este vagón de la línea 3 que es mi vida ahora.
Ridiculizarás mis gustos depresivos ante mis amigos y yo
te morderé la boca.
Me meterás en problemas en los que quiera
quedarme a vivir para siempre.
Te contaré
que me atrapa este oleaje entre embriaguez y resaca,
bandeándome siempre entre creer
que no te necesito
y desearte
con la desesperación desquiciada de quien espera un trasplante.
Odiarás a la policía.
Me besarás, acariciándome la nuca.
Te darán miedo las carreteras vacías
y la rareza de los domingos. Mirarás siempre
a las parejas de ancianos con ternura.
Me preguntarás por mis novias del pasado
solamente cuando estemos a oscuras.
Llevarás vaqueros rotos.
Te olerá el pelo a chicle.
Reirás todo el tiempo.
Y empiezo a perdonarte que no vayas a aparecer nunca.
DE NADIE EL AGUA DEL RÍO por PABLO OTERO
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No tú
no yo
no él
de nadie el agua del río
ni la plata, ni la bellota, de nadie
el susurro, ni el azahar.
Ni luz ni sombra tienen pertenencia.
Ni siquie...
Hace 11 horas
2 comentarios:
algún día aparecerá.
al menos que quede la esperanza.
Vaya...
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