Caen las gotas sobre un fondo de silencio, pesado y blando, como el preludio inconsciente de algo. Caen las gotas.
De lluvia, fina e implacable, en el campamento mal iluminado de 25.000 refugiados en Idomeni, frente a cientos de periodistas internacionales.
De quimioterapia, lentísima y letal, en el gotero del sillón número 12, bienvenido al hospital de día de Getafe, avísenos si necesita algo pulsando este pequeño interruptor.
Acaricio alambradas de espino y hogueras junto al endotelio embarrado de una arteria mesentérica infiltrada. Escucho en alta fidelidad el chapoteo sobre el lodo de unas botas infantiles y el llanto de una madre que se tapa la cara al salir de la consulta de Páncreas. Es arte una salpicadura de gemcitabina sobre la mejilla sonrosada y fría que no cubre el hiyab. Expuesto en ARCOmadrid 2016 25 aniversario: imaginando otros futuros. Claro que es arte la mancha de barro y orina surcando los hilos trenzados de seda, extendiéndose por la corbata nueva de un oncólogo sonriente. Instalación Sitaçoes límite 1 y 2, de Anna Bella Geiger. 75 x 320 x 140 cm. Pabellón HALL 7, stand F06, Galerie Bárbara Thumm, Berlín. Vendida.
Pero caen las gotas, siguen cayendo.
Confirmando en su beso líquido el simple retraso inútil de todo aquello que avanza imparable.
1 comentario:
Eres la persona más preocupada por el tiempo que conozco. Beso a chorrrrrito.
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