“MADRID
Para Ángel, Benjamin, Chus y Joauín,
Poetas líricos.
Agua limpia, Madrid, para tus ojos limpios,
Mientras que te despiertan los trenes y los pájaros.
Tienen prisa los días cuando buscan contigo
La ropa de los lunes en la estación de Atocha
Y el mar de los veranos en las flores deplástico.
Cielos limpios, Madrid, para tu sol de invierno.
Yo me como las eses, pero me siento tuyo,
Y soy azul sin nubes igual que los plurales,
Igual que el viento sur sobre las carreteras,
Como la cortesía de la palabra mundo,
Barra libre, Madrid, para el desconocido
Que duerme en la mañana y conspira en la noche.
Y bienaventurados los que temen al campo,
Los que viajan en metro, los que paran un taxi,
Los que nuca se pierden en La Paz del desorden.
Los últimos amigos han cerrado la puerta.
Buenas noches, Madrid, otro whissky con hielo.
Agradezco tus ascuas a los pies del balcón.
Brindemos por La Luz rota de las estrellas
Que hace guardia en las casas a través de los sueños.”
“MEMORIA DE LA FELICIDAD
(PLAYA DE ROTA)
A Silvia y Felipe
No es injusta la vida
Por estar condenada a cambiarme despacio
Como yo te desnudo.
Si no fuese una pobre amistad temblorosa,
Un íntimo abordaje,
El tiempo debería permanecer callado
Y detállanos de la puerta
Para guardar así
La verdad de tu piel y La Luz de la tarde.
Desde el jardín, a voces,
Los amigos nos piden que bajemos.
Quieren ir hasta el pueblo por la playa.
A las olas que llegan
No les faltan misterios que poner a tus pies,
Ni arena que borrar entre tus pasos.
Mi libertad, que todo lo padece
Y navega entre unas posesivas,
Al verte caminar va comprendiendo
Que si tú te quedases
Así, tal como eres,
Salvada de las horas,
Con tu cabello negro, y con tus ojos,
Y con la fe de la madera limpia
Que flota en tu mirada,
Yo me iría alejando de ti,
Cada vez más hundido
como una luz se aleja por el mal
De una verdad robada por el tiempo.
La vida no es injusta,
Aunque esté cornada a cambiarte despacio
Como yo te desnudo.
Vente conmigo al frío del invierno.
Deja que todo pase
Como pasa una mano por la piel,
Como corre la lluvia
Por el cristal de un dormitorio.
Allí se puede ser feliz. Incluso
Volveremos un dia,
Descalzos y abrazados en la niebla,
A caminar por esta laya
Cuando seamos viento.”
(Poemas de Luis García Montero, extraídos de la antología Aunque tú no lo sepas, publicada por Visor a raíz de la grabación del documental con el mismo nombre)