domingo, 12 de febrero de 2012

Alcoholestidad brutal (de virajes y rejas)

A estas alturas de la resaca y a pesar de no tener nada que confesar antes de que cualquiera me delate.
Para unos ha sido un giro discreto, apenas perceptible. Casi perdonable.
Otros podrán recriminarme brusquedad y falta de delicadeza. Hasta de respeto. Y puede que a mí mismo.
La persona de mis textos siempre en segunda persona ya no es la misma persona a pesar de ese algo que le hace ser constantemente la misma persona que no termina de existir a este lado de la pantalla.
Hace tiempo que ya no es a ti a quien escribo. Sino a ti.
Y espero que tú nunca lo sepas del todo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

CHAN CHANNNN
A veces tus textos necesitan de onomatopeyas a falta de un templado susurro en la nuca.
No templado. Lo templado es. De cobardes.