Llueven septiembres quemados
sobre las sábanas tendidas de Mesón de Paredes.
Veo mi rostro dibujado en los cercos de café sobre la encimera.
Manchas con las que limpio de sueño mis sueños.
Serás algún dia esta luz destemplada de pasillo de hospital,
vigilándome. Se evapora
el pánico a la normalidad del fondo de los vasos.
Sólo queda, colgando entre párpados,
esta extrañeza edulcorada y seca.
Follando con la desesperación de un enfermo terminal
(que no alcanza a vivir más rápido de lo que se muere).
Y a cambio, eterna
su mirada lúcida, de comprensión absoluta,
atravesándome.
Muy lejos, de repente
hundiéndose en tu paladar de arena como el cáncer
mi vuelo sin motor de búsqueda rota.
No siento nada de lo consumado (de lo consumido).
No siento nada de todo lo que me roza.
http://www.youtube.com/watch?v=1m29hfOONL8
Harry Martinson / Dos poemas
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*Aves marinas *
Aves marinas son nuestros pensamientos
siempre volando.
Mientras tomamos la sopa de carne
en el comedor del barco junto al Cabo God
nuestr...
Hace 39 minutos
2 comentarios:
Cada vez que te visito encuentro algo mejor que lo anterior.
Un abrazo.
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