domingo, 21 de diciembre de 2014

"Ocultar esto"

Avanza diciembre como el autobús que pierdes
o un cáncer que te gana.

Sigue abierta, a deshora, una frutería árabe.
Los mendigos sueñan en sucursales bancarias.
Otro control policial en la glorieta de Embajadores.

A veces tu mirada. Casi siempre invierno.
Más importante que saber perder(se):
saber ser perdido.
Y a tiempo.

Llueve resaca.
Caen mis ojeras
siempre sobre tu nombre, caen
mis arterias con sueño de tanto
dióxido de nitrógeno,
de tanto odio
a los pacientes que sangran esta noche en Urgencias
y Facebook me pregunta cuales son mis recuerdos favoritos.

Yo conducía y tu sonabas ya como a postdata.

Y desde entonces sólo he sabido
tumbarme a esperar
al pasado
en el fondo de un vaso
rotos
ambos.

¿Porqué estamos parados?
Habrá habido un accidente
de tráfico.
De sueños
o de órganos
(no vitales, nunca).

Y desde entonces sólo he sabido
tragarme el pánico a esta percepción de realidad pausada.
A la sensación de reanudación inminente,
de algo terrible
siempre a punto de suceder.

(Salgo del portal.
Un hombre busca en la basura
y cuando levanta la cabeza
temo reconocer a mi padre)

Llueve resaca.
Yo me diluyo en semanas como la sangre
de mi nariz en el Manzanares.
En este lirismo ridículo de los domingos.
En la falta de sueño y el exceso de excesos
y palabras.

Atravieso en bicicleta
la ciudad y la tarde.
Pedaleo contra el frío y los semáforos.
Quizá para estrellarme contra unas lágrimas explicables.
Quizá para atreverme alguna vez
a atravesarte.

Pero claro que no existes,
Mi búsqueda ebria te ha creado.
Y sigo cavando en el aire de las noches
esas piernas donde enterrar un futuro cirrótico.

Facebook me pregunta cuales son mis recuerdos favoritos.
Propone: "Compromiso", "Se casó", "Nacimiento de un hijo"
...
Hago click (un poco fuerte) sobre "Ocultar esto".

Acumulo folletos de comida a domicilio.
El Estudiantes vuelve a perder en casa.
Otro paciente que me sonríe y morirá en este ingreso.
Sube el paro, los deshaucios, los suicidios.
Brindo con lluvia por el sueño químico,
olvido químico,
castración química.

Pensar a veces, qué bonita estarás así,
desprovista ya
de mi deseo.

Pensar a veces,
que en realidad todo va bien y no me sirve.

Facebook me pregunta cuales son mis recuerdos favoritos.
Y yo sólo sé
cuales me siguen matando de miedo.

Aquel puñal de lejía saltando
desde unos ojos huecos.

Tu mirada, todavía.

Haciendo del mundo siempre
mi herida única.

1 comentario:

Trikitixa dijo...

Qué bueno leerte... dejar q me desnudes, me desgarres y me sangres de arriba abajo. Una vez más. Como si supieras cuando voy a recurrir a tus versos para romperme de nuevo. Como si me conocieras. Como si me leyeras por dentro y después me escribieras...
Fue un bonito reencuentro.
Te me cuidas, Dr...