lunes, 7 de septiembre de 2020

septiembre 2020

Pájaro, sombra sola, flor de callados cines, boca que cuando besa pone a dormir un lago, barrio por el que pasas, parque de niños ciegos, tiempo del que tu cuerpo llega como una historia. He de escribir despacio, sintiéndome muy solo, el rumor de tu pelo, violín de qué salones, he de evocar con agua, lento como un difunto, todo lo que tus ojos fundan cada mañana, he de decir lo tarde que suena tu tos dulce en las habitaciones duras de mi pasado. Pájaro, sombra lenta, ave de los fracasos, cuerpo, sombra desnuda, voz de arrepentimiento, he de besar con fuego, roto ya y sin zapatos, todo el presente triste y pálido que nos mata.

(...)

El monte es como un cielo descendido, 
la sierra es como un mapa de otros dioses,
la tierra va despacio por la noche
detrás de una gran luna de verano.
Yo estoy en mi miraje, sin amor, 
náufrago en este mar de alta montaña.


La foto es de una reciente visita a la Biblioteca Nacional. Una amiga de mis padres trabaja allí y tuvo la enorme generosidad de dedicarnos la tarde y regalarnos una visita guiada deliciosa. Recorrimos las estancias del imponente edificio, contemplamos ejemplares de incalculable valor y nos reveló algunas anécdotas emocionantes. La puerta de su despacho en el departamento de adquisiciones se encuentra frente a este retrato de Francisco Umbral por el pintor José Diaz. Forma parte de una colección de retratos de escritores galardonados con el Premios Cervantes en que cada premiado elige al artista que lo retrata. 

Más y mejor información sobre esto aquí:  http://www.bne.es/es/Actividades/Exposiciones/Exposiciones/exposiciones2014/premios-cervantes.html

Las imágenes de todos los retratos de la colección aquí:
http://www.bne.es/es/AreaPrensa/MaterialGrafico/MaterialDestacado/PremiosCervantes/

El poema El Monte y el texto en prosa sin título arriba copiados son ambos de Francisco Umbral, naturalmente. Los he leído en una edición de bolsillo de Austral de su Obra Poética comprendida entre el año 1981 y el 2001. Recuerdo haberlo ojeado en una playa de Cantabria hará 4 años en una escapada de verano con mi amigo Juanan. Y lo he retomado ahora, hoy, que he madrugado para subir al pico de La Maliciosa con Manolo Regina y Bea. 

Antes subía a este blog textos propios basados en lo que sentía. 
Ahora lo relleno con literatura de otros, y en función de lo que hago.