domingo, 30 de agosto de 2015

Hombres sin mujeres, de Haruki Murakami


"Nunca le había afligido que dichas mujeres se acostasen con otros y no sólo con él. Al fin y al cabo, un cuerpo no es más que un cuerpo. Tokai (principalmente desde su condición de médico) así lo creía, y ellas (principalmente desde su condición de mujer), en general, así lo creían también. A Tokai le bastaba con que pensasen solamente en él cuando estaban con él. Qué pensaban o qué hacían el resto del tiempo era un asunto personal y exclusivo de ellas que a Tokai no le incumbía. Nada más lejos de su intención que inmiscuirse.

Para Tokai compartir una comida, tomar una copa de vino o disfrutar de una conversación con estas mujeres era en sí mismo ya un placer. El sexo no constituía sino otra diversión más, que se prolongaba en la misma línea, y no un objetivo en sí. Antes que nada, lo que buscaba era una relación en el plano intelectual con las mujeres. Lo que viniese después ya era otro asunto. Y eso hacía que ellas se sintieran atraídas de forma natural por él, que disfrutasen del tiempo que pasaban juntos sin reservas y que, como resultado, aceptasen a Tokai con agrado. No deja de ser una apreciación personal, pero me parece que gran parte de las mujeres del planeta (sobre todo, las atractivas) está hasta la coronilla de hombres ávidos de sexo. (...)

Tampoco era demasiado exigente con el físico de sus parejas. Bastaba con que no tuviesen ningún defecto grave que despertara su interés profesional y que no fuesen tan aburridas como para ponerse a bostezar sólo con mirarlas. El físico de una persona puede cambiarse prácticamente por completo, siempre que uno quiera y disponga de suficiente dinero (como especialista en aquel ámbito, conocía un número sorprendente de casos). Más que eso, valoraba que fuesen despiertas, inteligentes y que tuviesen sentido del humor. Las mujeres de conversación pobre, o las que carecieran de opinión, por muy extraordinario que fuese su aspecto físico, lo desazonaban profundamente. Ninguna técnica quirúrgica podía mejorar la capacidad intelectual. Disfrutar de una conversación durante una comida con una mujer encantadora e inteligente, entablar una animada charla mientras se acariciaban metidos en la cama.. Tokai atesoraba esos momentos como los más preciado de su vida.

Jamás había tenido que superar ningún problema importante en las relaciones con las mujeres. Los empalagosos conflictos emocionales no eran de su agrado. Cuando, por alguna circunstancia, esa funesta nube negra asomaba por el horizonte, él se retiraba hábil e inteligentemente sin atizar el fuego ni herir, en la medida de lo posible, a la mujer en cuestión. Con la misma rapidez y naturalidad con que una sombra se funde con el crepúsculo a medida que éste avanza. Como soltero veterano que era, dominaba la técnica.

La ruptura con sus amantes se producía casi de forma regular. La mayoría de las solteras que ya tenían novio, llegado el momento, le anunciaban: Lo siento mucho, pero ya no podré volver a verte. Dentro de poco nos casamos. Eran muchas las que decidían casarse justo antes de cumplir los treinta o los cuarenta. Como los calendarios, que se venden bien a finales de año. Tokai siempre reaccionaba a esos anuncios con serenidad y una sonrisa empañada por su exacta dosis de tristeza. Lo lamentaba, pero se resignaba. Aunque no estuviese hecha para él, la institución del matrimonio era, a su manera, sagrada. Debía respetarla.

En tales ocasiones, les compraba costosos regalos de boda y las felicitaba: Enhorabuena. Ojalá seas muy feliz. Te lo mereces, porque eres una mujer inteligente, bella y encantadora. Y era honesto con sus sentimientos. Ellas (quizá), por pura simpatía, le habían ofrecido momentos magníficos y una valiosa parte de sus vidas. Sólo por eso ya tenía que estarles agradecido de corazón. ¿Qué más podía pedir? (...)

Para Tokai, tener al mismo tiempo dos o tres novias era algo normal. Puesto que ellas tenían a sus maridos o a sus parejas, daban prioridad a esa parte de sus obligaciones y, como es lógico, el tiempo que le dedicaban a él era reducido. Por eso mismo a Tokai le parecía muy natural, y nada desleal, tener varias amantes a la vez. Aunque, claro, a ellas se lo ocultaba. Su postura consistía en mentir lo menos posible sin revelar más información de la necesaria."

(fragmentos del relato Un órgano independiente, incluído en Hombres sin mujeres, de Haruki Murakami)

martes, 25 de agosto de 2015

Tattoo´d lady


Hace unos días llegó a mis ojos esto.
El tatuaje es un verso que debí de escribir por 2006 o 2007, que sería publicado en algún número de la revista Pro-vocación y que figuraba en un modelo de camiseta de propaganda que diseñé y regalé a Escandar Algeet, su editor. Que es a su vez quien me envió la foto. Lindo cierre del círculo 8 años después.
Todavía me dura la sonrisa.
No sé quién eres, pero te debo una caña.
https://www.youtube.com/watch?v=0X1JgiFf9As

Iceberg, de Benjamín Prado (fragmentos)

"Carmela, nunca mires
las lágrimas en blanco del hipócrita.
No permitas a nadie
reemplazar tu vida por la suya.
No eches de menos cosas que no puedan volver.
No hables con los que creen que sobran las palabras.
No mezcles los recuerdos con los planes.
Cuenta a los otros sólo lo que sean
capaces de callar.
(...)
No sueñes al dictado.
No sigas las campanas.
No preguntes por gente que esperas que te olvide.
Carmela, este poema sólo quiere un final:
Han pasado los años; hace mucho que el viento
aúlla como un lobo transparente
en mi casa vacía,
y una noche,
en un lugar donde alguien
nada en el mar o alguien cava en la nieve
igual que si buscase el corazón del frío,
piensas en mí
y acabas esta historia:
-Tal vez de algunas cosas me arrepienta
pero no me avergüenzo de ninguna.
Escribe tú eso entonces y yo seré hoy feliz."
(Segunda Carmela)


"Lo contrario de un hombre limpio es el agua sucia.
Lo contrario del mar es una mujer ciega.
El que derriba un puente, construye un precipicio.
Las cicatrices son golpes que no se olvidan.
Hay verdades sin límite y hay cosas que se acaban:
Los ríos son Machado.
Yo te amé a tumba abierta.
Los alacranes brillan a la luz de la luna
y después son, de nuevo, venenosos y oscuros.
Es así, tan sencillo.
Luchar por las cenizas es renunciar al fuego.
Una palabra dicha es un pájaro que se vuela.
Tu muerte está debajo de mi piel,
lo mismo que un insecto en un vaso volcado.
¿Qué más puedo decirte?
Que yo te amé de Norte a Sur, sin fondo,
con uñas y con dientes,
sin secretos,
sin trampas.
Que no he querido oír una vez más tu voz,
ni mirar nuestras fotos,
ni verte acariciando con tus dedos azules
a los perros que comen las sobras de tu vida.
Yo sólo quiero oscuridad y humo.
Yo he venido a decir
que te he olvidado;
que volveré a olvidarte cada día,
cada uno de los días de mi vida."
(Lo mismo y lo contrario)


"..la piel es sólo un dique que contiene la muerte.
(...) y un hombre nunca sabe qué pasado le espera.
(...) Abro un libro. Es muy bello. De qué me sirve ahora.
(...) Donde acaba mi mano comienza el precipicio.
(...) No confíes jamás en quien no haya sufrido
(...) Cavé en tu corazón buscando una luz roja.
No sé si te conservo o si te has ido.
No sé si existes o si te he inventado.
Sé que donde tú estás hay espigas azules,
hay brújulas que orientan los deseos.
(...) Cavé en tu corazón.
No sé si te he encontrado
o sigo una luz roja que me aparta de ti."
(varios poemas)

lunes, 24 de agosto de 2015

"Todo cuanto una vez ocurrió está condenado a repetirse"


"Aquella temporada navegué mucho a través de Google Maps. Me metía en el modo Street View, que me permitía avanzar a pie de calle, recorrer lugares visitados años atrás. Por ejemplo, la calle en la que vivía cuando era pequeño. Fue fácil comprobar cómo las imágenes de las aceras, sin cambios apreciables a pesar de los años, eran más reales que el recuerdo que guardaba de ellas. Me di cuenta de que las calles que presenta Street View son representaciones del mundo a escala realmente real, quiero decir que en llegar de una esquina a otra a golpe de ratón tardas lo mismo que si fueras realmente caminando por la acera, su escala de tiempo es una escala real, 1:1, de modo que puedes recorrer la tierra desde la silla de tu escritorio como si fueras un verdadero caminante.
(...)
Sentado en el sofá, pensé que mi recuerdo, sumado a lo que ahora había cambiado, constituía una especie de memoria aumentada, o pasado aumentado. Tal pensamiento vino acompañado de una mezcla de asombro y tristeza.
(...)
Durante esos días, reflexionar acerca de los trayectos efectuados en Street View a velocidad humana me hizo pensar varias veces en la joven que se había tirado desde el balcón de nuestro apartamento. 12 pisos, 40 metros de caída libre que -rozamiento del aire u otros efectos calóricos aparte- viene consignada en la ecuación: e=1/2gt2. Y que haciendo cuentas arroja el resultado de casi 3 segundos de caída libre. En concreto, 2,846049894151 segundos, con sus 12 decimales, limpios y profundos como el edificio de 12 pisos, me dije, y todo el aire que tragaron sus pulmones, que también debe de estar contenido en esos decimales, y pensé que los mapas de Street View, además de la opción de caminar por las calles deberían tener una opción llamada caída libre; por qué no, ese tipo de caídas también forman parte de la escala humana. Después me avergonzaba de tales pensamientos, lo que algunos días me impedía dormir."

"...la ignorancia es en ocasiones un buen aliado de la vida, o mejor dicho, la mentira es un buen aliado de la vida porque resulta un aceptable sucedáneo de la ignorancia, y pensé en algo que hace algún tiempo le oí a un científico social, contaba que se ha calculado que oímos una media de 200 mentiras al día, sin las que, aseguraba, no podríamos vivir, 200 mentiras al día son muchas mentiras, lo que me hizo cuestionarme qué significa la palabra mentira, o si la mentira, en su totalidad, forma parte de la verdad, pensé también en qué haces tú cuando estás a solas en tu habitación y yo no te veo, o cuando comes en silencio en la cocina mientras yo estoy aquí en el salón, lo pensé pero no pude imaginarlo, no pude imaginarte a solas, piénsalo por un momento, piensa en alguien a quien conozcas e intenta imaginar sus movimientos cuando está solo o sola, ¿a que no es posible?, no es que no sepas qué hace cuando está a solas -eso es obvio-, sino que no puedes dibujar en tu cabeza tal imagen de manera convincente, y pensé en una frase que dijo el astrónomo Haldane, el Universo no es sólo más extraño de lo que suponemos, es más extraño de lo que podemos llegar a suponer, y pensé en que si cada día contamos y nos cuentan 200 mentiras, nos movemos entonces en la frontera entre la verdad y la mentira, somos expertos saltadores entre verdades y mentiras, se sabe ya que no existe el vacío, que incluso en la ausencia total de materia hay unas partículas que nacen, viven y desaparecen en milésimas de segundo, partículas virtuales, las llaman ruido cuántico, tales corpúsculos emergen de un estado imposible, recorren un espacio que es la nada y se sumergen de nuevo en otro espacio igualmente imposible, y así van, constantemente enloquecidas, de la mentira de la materia a la mentira de la materia, sin que nos dé tiempo a fotografiarlas ni a medirlas, así es el Universo, pensé, una pequeña suma de extravagantes verdades acotadas por gigantescas mentiras, y pensé que si no podía imaginarte cuando no te veo, podrías contarme cualquier cosa acerca de cuando estás a solas, y tendría que creerte, sería injusto no creerte..."

(fragmentos de Limbo, la última novela de Agustín Fernandez Mallo)

Casquería y fetichismo II



Cronología del óxido, de Pablo Monforte (fragmentos)

"Tu silencio
al otro lado del Nokia
me recordó a un niño
que incesantemente palpa con su lengua
la oquedad
de un diente perdido."
(wifi)


"Si construirse pudiera
la vida
sobre aquella mirada náufraga
en la barra de un bar,
yo te propondría: sostenerla
como sobre la cuerda tensa y tirante
que nos une,
arponazo a nuestro pecho virgen.
(...)
con el sabor del hierro en la lengua, las rodillas
hincadas.
Dispuestos a ser fecundados por el quiebro, la mar
embravecida, el ansia de los que llevan
toda la vida doliéndose.
¿Qué nos va a pasar?
Susurra tu entraña
sobre mis labios.
Y sólo sé responder
que ojalá
pueda devorar tu vértigo
la noche que decidas quedarte."
(apnea)


"Vivir es también un poco
la búsqueda de un reemplazo
tras otro
la pérdida de un lugar
un desfile de sustitutos
mentiras nuevas
que hagan
olvidar las viejas.
Es dejarlo
así como a trozos
repartido entre los que amamos
y los que ya no nos quieren
-tantas veces los mismos-.
Es acabar despojados
livianos, incompletos
para entender la verdad que es
no reconocerse
ser adultos
estar solos."
(trueque)