viernes, 31 de diciembre de 2010

Hoy por ayer y más que nunca

Ayer fue para mí un buen día. Con una lluvia dibujable y sin tiempo impactando contra la zona sur de una ciudad palpitante. Y contra el cristal del autobús desde el que la observo y me observo. Un día de reencuentros emotivos provocando desencuentros interiores con motivos. Esta lluvia fue de té con canela y una conversación que sin saberlo me salvaba de mí mismo. Palabras de regalo de navidad antinavideño. Ella, feliz como nunca, que antes había escrito "yo no sé si sabré estar en algún momento desenamorada, eso me temo". Hablamos sobre el racismo sanitario y otros miedos. Otros muchos nuestros. Y yo, que había llegado hasta allí leyendo un libro sobre el desarraigo, el exilio y el dolor, atravesado treinta años después en el vagón de media hora de metro por decenas de los propios personajes de mi ejemplar de bolsillo. Voló el tiempo por su terraza mojada y el Lambrusco sobre mi reloj de pulsera. Me iluminó el regreso atardecido con su clarividencia implacable sobre nuestros desafíos vitales inmediatos. Va a ser una gran médico. Siguió la lluvia acompañándome a casa y comenzó a saber a radiador y a tres litronas volcadas en un mini. "Si hay miseria que no se note" y la revolución pandémica del reagge y las sonrisas. Siguió la lluvia mojando de palabras necesarias la amistad. Inolvidable. Gracias.

De mayor sigo queriendo ser

Neorrabioso

domingo, 26 de diciembre de 2010

Anécdota de escritores: Benjamín Prado, Joaquín Sabina y Ángel González se pierden en coche por el puerto de Rota


Tomamos unos finos en un bar del muelle y cuando los barcos empezaban a moverse demasiado decidimos regresar. El puerto de Rota no sólo es que esté a diez minutos de nuestras casas, sino que lleva a ellas por un camino que yo había recorrido cientos de veces, pero ese día se me rompió la brújula. Fuimos al aparcamiento, Ángel se sentó en el asiento del copiloto y Joaquín en el trasero, sacamos el coche y empezamos a rodar. De pronto, pasamos bajo el faro antiguo y junto a un pub irlandés llamado O'Gradys, giramos a la izquierda, luego a la derecha... y allí estaban otra vez el faro y el O'Gradys.
-Vaya, no sé cómo es posible... A ver, debe de ser entonces por aquella otra calle -dije.
-¡Benja! ¿No me digas que te vas a volver a perder? -dijo Joaquín.
Tomamos por la derecha, atravesamos una plaza, bajamos por una calle en cuesta... y el O'Gradys y el faro volvieron a aparecer.

-¡Joder, no puedo creerlo! ¡Benja!
-¡Cállate, que me pones nervioso! Además, ya sé lo que ha pasado, es que no era por aquí sino por allí...

Fuimos por allí y acabamos otra vez en el faro y el O'Gradys. Ángel no decía palabra, con su cigarrillo en la mano y la vista al frente, pero Joaquín empezó a dar alaridos.

-¡No, no! ¡Me cago en la puta! ¿Será posible? ¡Si no vamos a llegar ni a la cena!

-Tío, déjeme en paz, ha sido un pequeño despiste. Lo que hay que hacer es meterse por Castelar y girar en el cruce con Isaac Peral.

Pero el caso es que tras otros cinco minutos dando vueltas, llegamos al faro y al O'Gradys, y para entonces Joaquín ya iba dando voces con medio cuerpo asomado a la ventana:

-¡Me cago en tus muertos! ¡Socorro, socorro, este cabrón me ha secuestrado!

La gente con la que nos cruzábamos nos miraba alucinada. El maestro González seguía fumando en silencio. Un auténtico caballero. Sin embargo, a la sexta vez que pasamos junto al O'Gradys, Ángel me puso delicadamente una mano en el hombro y me dijo:
-Oye, Benja. qué te parece si me dejas en este pub tomando una copa y me recoges dentro de cinco vueltecitas.


(fragmento extraído de "Romper una canción. Así se escribió el disco Vinagre y Rosas de Joaquín Sabina" de Benjamín Prado)

sábado, 25 de diciembre de 2010

Estrellas en Madrid


http://www.notodofilmfest.com/index.php?corto=27928#/Home/Ficha/27928/
Escrita y dirigida por Escandar Algeet. Mucha suerte.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Cabezabajo (a tiempo aun)

Creo que recordaré siempre que fue antes de entrar a mi examen final de Dermatología cuando me enteré por mis compañeros del fallecimiento inesperado de Micheal Jackson. Hace poco más de una semana, salía de firmar un examen nefasto de Medicina Legal y Forense cuando conocí la triste desaparición de Enrique Morente.

Soy incapaz de imaginarme la extraña relación que puede existir entre estos test, pruebas orales y preguntas de desarrollo que me vienen jodiendo y alegrando la vida los últimos 5 años, y el final de la propia vida de personajes a los que admiro profesionalmente. El caso es que si todo va bien, sólo me quedan 4 exámenes como estudiante universitario. Y cada vez menos autores apreciados que puedan morirse. Desde que mi despreciado ex-decano me diera la charla de bienvenida a la licenciatura allá por el 2005: Francisco Umbral, Fernando Fernán Gómez, Ángel González, Rafael Azcona, Antonio Vega, Mario Benedetti, Miguel Delibes...

He subido aquí demasiados homenajes póstumos. Y no sé qué tal andará de salud este genio gilipollas que es Roberto Iniesta, pero para mi examen MIR aun queda un año y algunas semanas. Por si acaso.


Necesito más olas ¡sube!

necesito cien años de tempestad
pa juntar el agua con las nubes
trajinando sin descansar
Necesito más deudas ¡corre!
con dragones debo pelear
y entre el fuego y sudores anhelo:
otras cosas en que pensar.

Perdido entre montañas, no conozco este lugar
y tengo la sensación de haber estado aquí antes ya.
Pierdo la razón cuando salen
de mi corazón: animales.

Estoy colgado en algún punto de una casa,
cabezabajo, a ver hoy si algún bicho pasa y ...
¡vamos a ver! Apareciste y ahora no sé donde morder.
¿Qué quieres que te diga? cuando me vienes a ver:
hola que tal - muy bien - me voy, tengo cosas que hacer.
- a ver si es verdad, que no haces nada
- es mi obligación: buscar un hada y ...
nada de nada

Sin hacer prisionero a ninguno,
atreverse a su lado a pasar
recordando cerrar bien el culo,
¡demasiado tarde pa cambiar!

Probaré la droga, una de cada
y volver fiel a repetir
pa encontrar la que más me degrada
y abrazarme a ella hasta morir.

Perdido entre montañas, no conozco este lugar
y tengo la sensación de haber estado aquí,
antes ya...

miércoles, 22 de diciembre de 2010

viernes, 17 de diciembre de 2010

Un poquito de historia de la medicina... legal


Hasta 1928 estuvo tipificado en el Código Penal español el contagio venéreo intersexual. La aparición del SIDA y algunas otras conductas específicas (uso de jeringuillas como armas intimidatorias en atracos y robos) llevó en la reforma urgente del Código Penal de 1989 a tipificar
dentro del delito de lesiones "la propagación maliciosa de una enfermedad
tansmisible..." indicándose que... "según el grado de perversidad del delincuente, la finalidad perseguida o el peligro de la enfermedad..." se podrían imponer penas más graves. El texto del nuevo Código Penal de 1995 ha eliminado la mención específica de esta forma de delito, incluyendo el hecho de la transmisión maliciosa de enfermedades transmisibles, y concretamente el SIDA, quedando tales hechos incluidos en el delito de lesiones.

(...)

La primera ejecución por silla eléctrica tuvo lugar en Nueva York en 1890, durante la cual se aplicó a un prisionero una corriente alterna de 1400 voltios a 150 Hz, durante 17 segundos, antes de ser declarado muerto. Según se informó, un minuto después de ésto, el prisionero se quejó y se apreciaron movimientos respiratorios que iban en aumento, Se reaplicó la corriente durante otros dos minutos y cuarto, momento en el que el prisionero fue finalmente declarado muerto. Los testigos oculares de la ejecución informaron que habían visto salir humo del cuerpo quemado.


(De mis apuntes de la asignatura Medicina Legal y Forense. Instructivo al menos.)

martes, 14 de diciembre de 2010

Mi tiempo al mejor postor

Sale a subasta pública blog incautado por abandono ilícito del susodicho hogar.
Puja inicial 1 conspiración.

martes, 7 de diciembre de 2010

Invertidos varios

Festival de poesía independiente Inverso 2010.
Aquí en su blog está toda la información.
Reclamad vuestra dosis anual de buenísima poesía en vivo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

La piedad de la lluvia


Madrid, para una elegía


Pasan trenes en marzo atestados de lágrimas
palabras o susurros bajo un cielo dormido,
mejillas presurosas que de pronto se tornan
amasijo de hierros en el alba.

Claridad de la sangre. En el crepúsculo
se juntaron los rostros silenciosos.
En todos los paraguas del dolor repicaba
la piedad de la lluvia.


(Poema de Andrés Sánchez Robayna)

sábado, 4 de diciembre de 2010

viernes, 3 de diciembre de 2010

Palabralgia Express (227)

(A Esti, por sugerirme, que no sugilarme)

Sugilación: equimosis cutánea causada por un mecanismo de fuerte succión, como sucede al chupar fuertemente con los labios (sugilaciones amorosas) o cuando se ha aplicado una ventosa (pieza de material elástico) sobre la piel.
En ambos casos las sugilaciones adoptarán una forma más o menos similar al instrumento que las produjo (labios, ventosas, etc).
Se suele relacionar con la actividad sexual y la excitación, que llevan a la persona a ejercer una fuerte succión en diferentes zonas del cuerpo de su amante.
Generalmente se realiza en el cuello, aunque puede hacerse en cualquier parte del cuerpo, tardando varios días en desaparecer y dejando un fuerte dolor.
En el contexto de la medicina legal y forense es muy frecuente observar este fenómeno en delitos contra la libertad sexual.
Esta práctica puede ser realizada a nivel consciente o inconsciente y en algunas ocasiones puede ocasionar a quien lo lleva determinados conflictos como discusiones de pareja o familiares.

(Vamos, lo que popularme conocemos como "chupetón", "chupón", o "chupetazo". Un nuevo palabroto médico. Seguimos aprendiendo.)

Mitológía de martes

La mañana del pasado martes 30 de noviembre, sobre una mesa de la biblioteca de la facultad de medicina de Alcalá de Henares, hojeaba un ejemplar gratuito del diario elmundo luchando por mantener los ojos abiertos. En la sección de cultura, entrevistaban a González Iñárritu con motivo del estreno de su pelicula Biutiful. En una de las respuestas, hacía alusión a este poema:


Del mito

Mi madre me contó que yo lloré en su vientre.
A ella le dijeron: tendrá suerte.

Alguien me habló todos los días de mi vida
al oído, despacio, lentamente.
Me dijo: ¡vive, vive, vive!
Era la muerte.


(Jaime Sabines)

... y centellas

Fulguración

Intervienen potencias de descarga de aproximadamente 500 millones de voltios e intensidades entre 10.ooo y 50.000 amperios.
El rayo en sí determina lesiones muy diversas. A veces una descarga que cae entre un grupo de personas, mata a unas, deja indemnes a otras, y otras quedan con lesiones permanentes en el sistema nervioso central e incluso hay casos paradójicos en que se producen curaciones prodigiosas de enfermos que padecían lesiones orgánicas de sistema nervioso, reumatismo, etc...

Hay ocasiones en las que no encuentran explicaciones aparentes como el caso de sujetos que quedan afeitados sin más lesiones.



(Divertido texto extraído de mis apuntes de la asignatura Medicina Legal y Forense)