Madrid, para una elegía
Pasan trenes en marzo atestados de lágrimas
palabras o susurros bajo un cielo dormido,
mejillas presurosas que de pronto se tornan
amasijo de hierros en el alba.
Claridad de la sangre. En el crepúsculo
se juntaron los rostros silenciosos.
En todos los paraguas del dolor repicaba
la piedad de la lluvia.
(Poema de Andrés Sánchez Robayna)
TESTAMENTO por ÓSCAR ALONSO PARDO
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Si alguna vez el alzeheimer
se apodera de mis recuerdos
decidme que viajé a lugares remotos
en busca de tesoros escondidos
que me acosté con las mujeres ...
Hace 10 horas
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