Así empezó todo, supongo...(2ª parte: eyaculación)

Sistema excretor y eyaculación

La cola del epidídimo se continúa con el conducto deferente, que a su vez conecta con la uretra. La próstata y las glándulas bulbouretrales de Cowper son órganos accesorios que intervienen en la composición del líquido eyaculado. Las vesículas seminales son dos estructuras glandulares localizadas por detrás del trígono, cuya secreción rica en fructosa es transportada a través de los conductos eyaculadores hasta la uretra.

La próstata rodea la base de la uretra y vierte su secreción durante la eyaculación en la uretra a través de pequeños conductos. El líquido prostático es claro, rico en fosfatasa ácida, ácido cítrico, cinc y enzimas proteolíticas, y tiene un pH ligéramente ácido.

Las glándulas de Cowper segregan un líquido lubrificador que vierten en la uretra. La liberación de esta secreción puede producirse antes de la eyaculación y arrastrar algunos espermatozoides. Se forma así el semen.

La eyaculación es la expulsión del semen a través de la uretra, hecho que tiene lugar durante el orgasmo. La eyaculación se produce por la contracción coordinada de la musculatura lisa de la cola del epidídimo, de los conductos deferentes, de la próstata, y de las vesículas seminales. La coordinación de este proceso contráctil que lleva al orgasmo está (")controlada(") por fibras nerviosas adrenérgicas.

El eyaculado es el semen que se expulsa durante el orgasmo. Es un líquido blanquecino, viscoso y con un pH neutro o ligeramente alcalino. La cantidad de eyaculado varía entre 3 y 5 mL, y el número de espermatozoides varía entre 40 y 50 millones por mL, aunque en la actualidad se considera límite de normalidad a 20 millones por mL. El eyaculado contiene también células inmaduras de la espermatogenesis (espermatocitos y espermátides), proteasas y fosfatasas ácidas, cierta cantidad de células epiteliales que provienen de los distintos tramos de los conductos excretores y de la uretra y, por último, gran cantidad de prostaglandinas secretadas por las vesículas seminales.


(TRATADO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA (2ª edición). Dr. J. A. Usandizaga. P. de la Fuente. Volumen 1: Obstetricia. Editorial "McGraw-Hill Interamericana". Capítulo 3: Fisiología del Embarazo. Pág. 58.)