viernes, 23 de septiembre de 2011

Tintorro Drinking Ranking

Bueno, este lugar lleva demasiado tiempo consintiendo y malcriando su ramalazo melancólico, y descuidando injustamente sin embargo esta otra cara alcohólica y atrapada que también da nombre al blog.
Hoy intentaré compensarlo.
Muchos me habréis sufrido en innumerables aventuras de ocio nocturno recurriendo al clásico braseo apestoso, a la retahíla decadente y soporífera de mi honorífica clasificación de los mejores vinates de cartón para elaborar el más sabroso y distorsionante kalimotxo. Pues volveré a someter aquí a todas esas marcas comerciales al mismo riguroso y pormenorizado estudio de su relación calidad-precio.
No sólo no era un mal sueño de borrachera chunga, sino que a partir de ahora, quedará para la eternidad cibernética constancia gráfica indefinida. Que dé comienzo este delirio grotesco de hombrecillo nariz con pretensiones en salud pública.


1.-Tío de la bota. Indiscutible primer puesto para un caldo de una calidad alejadísima de la que ofrecen el resto de sus perseguidores. Superando en sabor a muchos vinos de botella. Ventajas: casi todas, de los pocos de la lista que habrán olido una uva. Precio en torno al euro y pico. Envase cómodo, original y elegante. Inconveniente: disponibilidad limitada, cada vez cuesta más encontrarlo.

2.-Cumbres de Gredos. Mi preferido de los clásicos del chino. Todavía muy extendido.Y aun muy por delante de su competidor natural en el mercado, el infame Don Simón. Pavo y poco el litro. Hará un mes probé un nuevo formato en brick de 3 litros y grifito imitando el tonel. Graciosete, sí, pero me supo bastante peor.

3.-Casón Histórico (Hacendado). Mi mejor compañero de desfases universitarios. Patrocinador habitual de los planes más costrosos a la par que solemnes. Suave para mí, quizá aguado para el resto. Precio imbatible: poco más de cincuenta céntimos el litro. Combinable casi con cualquier fluido. Muy cerquita del Cumbres, merecido futuro heredero del segundo puesto.

4.-Gran Duque. Otro que tiende a desaparecer desapercibido. De calidad similar al anterior con precio algo más alto. Un buen vinate también legendario en triste retirada. Simpático formato en brick ortoédrico más bajito y ancho de lo habitual (mis buenas risotas en soledad que me he pegao, redescubriendo este nimio detalle una y otra vez. En fin, lastimica).

5.-Rucio. Entrañable vinagre oficial de la peña El Gnomo de Serracines. Desde aquí un cariñoso recuerdo a Víctor Sanchidrián de la peña Los Gurrungungueros por las arduas negociaciones nocturnas entre peñas tradicionalmente enfrentadas y los desquiciantes trueques de bebida en momentazos de escasez y picaresca.

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n.- Don Simón: ácido acético y taninos. Ideal para desinfectar el inodoro más sucio de escocia o para dibujarle un rostro nuevo de un método arrojadizo y corrosivo a uno de los leones del congreso de los diputados.


Hasta aquí por hoy, pequeños aprendices de la acidez gástrica y el pimiento sonrojado. Habrá nuevas entregas de entusiasmo insalubre por esta bendita espumita rosa. Mientras tanto podéis corregirme, invitarme a un trasplante hepático o incluso dispararme y acabar de una vez con todo en las conspiraciones que abajo figuran.
Saluz y bancos de parque!

4 comentarios:

Sol dijo...

Dónde compras tu el Casón Histórico?? "Precio imbatible: poco más de medio céntimo el litro"...y tan imbatible..mother of god

Anónimo dijo...

No he tenido otra opción, al ver tal publicación, que verme en la obligación de conspirarte, puesto que sin duda alguna, la banda de ganador y clarísimo número uno se debería otorgar al delicioso y digestivo Casón Histórico (Hacendado), por precio, sabor y consecuentes síntomas gástricos.

DrWiler dijo...

Efectivamente, errata. Y corregida. Poco más de medio pavo el cartón. Aun no escondo bajo mi sótano una bodega clandestina de vietnamitas viticultores de 9 años.

tayler durden dijo...

aqui en casa tiramos del cumbre de gredos, que es con el que trafican los pakis y chinos de lavapiés. pero vale más de un euro? yo pensaba que no.
en palencia bebemos de un delicatessen que nos hace honor con su nombre: conquistador. un deluxe provinciano que llevamos en el origen de la denominación.