Todo empezó a joderse cuando a los parques les pusieron rejas y horario.
Ahora, me alimento de natillas Hacendado y de odio a los enfermos.
Ya visto como la gente que desprecio. Bebo como escribo,
para borrarme.
Y con exquisita violencia los viernes por la noche. Mi cabeza
es un laberinto de pasillos de hospital
con puertas antipánico que se abren al vacío.
Te desconocería hasta volver a amarte.
Pero sonrío.
CANSADO por PABLO OTERO
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Cansado
de terapias, de dimes y diretes, de
aguafiestas, de
llorones y lloronas, de
egos vacíos, de
amiguísimos y amiguísimas, de
filósofos analfaburros,...
Hace 23 horas


2 comentarios:
Yo es que soy más de salado que de dulce. Por eso las lágrimas.
A ver si hablamos.
Yo también (te) sigo con un ojo aquí.
Besazos.
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