lunes, 24 de diciembre de 2012
The dreamers (2003), de Bernardo Bertolucci
"-Un cineasta es como un vulgar mirón, un voyeur. Es como si la cámara fuera la cerradura del dormitorio de tus padres, y tú les espías, y te sientes asqueroso, te sientes culpable, pero no puedes dejar de mirar. Las películas son como crímenes y los directores, crimilares. Debería ser ilegal."
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