Puedes gastarte un pastón en ropa.
Cambiar de ciudad, de perfume, de teléfono, de peinado.
Apuntarte al gimnasio y comprar condones.
Puedes coger un avión,
negar tu pasado,
decir que estás bien.
Pero al final, no podrás evitarlo.
Así que drógate. Mucho.
Corre bajo la lluvia.
Lee Tokio ya no nos quiere,
ve Blue Valentine,
escucha Morir o matar (El manifiesto desastre entero).
Y sobre todo contrata una cuenta Premium de pornografía on line.
Baja la ventanillla y acelera,
cuando sin previo aviso,
mientras conduces en mitad de la noche,
rompas a llorar como un gilipollas
y te cagues en su puta madre.
Intenta reinventarte y al poco tiempo desiste.
Ponte a toda hostia Lover man de Charlie Parker
(ese saxo sangrante clavándose al recuerdo)
y un Black Label con hielo. Y otros tres.
Mira al cielo,
y retuércete de dolor, por supuesto.
Porque no puedes hacer otra cosa.
...
Lo más jodido de la derrota
no es que sea adictiva e implacable,
que lo es, claro.
Lo más jodido de la derrota
es que encima,
(la muy puta)
tiene esta estética devastadora y sublime,
a-b-s-o-l-u-t-a-m-e-n-t-e
perfecta,
en la que es tan sencillo quedarse atrapado.
NOVELA: Javier Mateo Hidalgo.
-
1.
Todo comienza
donde la memoria
nos permite.
Dibuja la tiza
sobre un negro universo
y su polvo se desvanece.
¿Los recuerdos son nuestros
o está...
Hace 13 horas
1 comentario:
Es uno de los mejores poemas que he leído, sinceramente. GRACIAS.
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