lunes, 6 de enero de 2014

mientras me plancho la camisa

La soledad no es
Ibuprofeno y pornografía para soportar la realidad.
Quedarte en el hospital aunque no tengas guardia.
Exhibir tu elocuencia en Facebook, acumular megustas,
que eso te importe.
Matarte a correr sin saber hacia dónde.

La soledad tampoco es
pasar las resacas leyendo poesía gratis en la Casa del Libro de Gran Vía.
Comprar crema de calabacín Knorr envase único 2 raciones.
Quedarte mirando un cielo lleno de cables por la ventanilla del tren.

No es sentir impulsos violentos hacia parejas felices.
Ni ver perder al Estudiantes otra vez en el último minuto.
Llamar a tu madre una vez al mes con número oculto y colgar.
No poder dormir ni terminar
el vaso de whisky de antes de salir, mientras me plancho la camisa,
cualquier relación, o
este poema.

Tú no sabes lo que es la soledad, gilipollas.
No es una ausencia. Ni cinco
mil drogas para que ya nada te afecte
(salvo el ukelele de esa canción
que seguirá destruyéndote siempre que suene).

Porque la soledad no es
mirar a los ojos y decir te mueres.
Mirar a otros ojos y decir no te quiero.
Mirarme a los ojos y no encontrar en todo esto
tristeza alguna que decir.
Ni a quien.

http://www.youtube.com/watch?v=B0eEszXwndk

1 comentario:

Sarabia dijo...

La conspiración es inevitable ante la belleza de lo que has escrito.
Te devuelvo un poco de la "no soledad" que me has dejado dentro, porque compartida siempre es mejor.

P.D: a mí toda Blue Valentine me parece una destrucción, hermosa pero destrucción pura.

Besos y versos.