martes, 20 de julio de 2010

A propósito de conversación trasnochante y lectiva de neverita , farola y acera (para Ángel)

HARVARD MAGAZINE
La pérdida de sueño es muy difícil de recuperar


Es una práctica tradicional entre médicos residentes, estudianes y otros profesionales nocturnos agotar los extremos: dormir muy poco durante varios días y a continuación descansar un periodo extralargo.

Diez horas de sueño pueden recargarnos y nos permiten un buen desempeño durante varias horas, según un estudio publicado en Science Translational Medicine. Sin embargo, "el cerebro, literalmente, registra cuánto tiempo hemos estado dormidos y despiertos durante semanas", dice Daniel A. Cohen, neurólogo de la Escuela de Medicina de Harvard y autor principal del estudio. Y eso significa que cuanto mayor sea nuestro déficit de sueño acumulado, más rápidamente se deteriora nuestra actuación, incluso después de una larga noche de sueño reparador.

Cohen y su equipo monitorizaron a nueve hombres y mujeres jóvenes que pasaron tres semanas con un horario endiablado: despiertos durante 33 horas y luego durmiendo 10, el equivalente a 5,6 horas de sueño al día. (Esto se aproxima al horario de un médico residente, si bien muchos viven en condiciones similares, pues según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos el 16% de los estadounidenses duermen seis horas o menos por noche). Cuando los participantes del estudio estaban despiertos, registraban en un ordenador el tiempo de reacción y la atención sostenida cada cuatro horas.

Los investigadores se sorprendieron al descubrir lo mucho que un amplio descanso favorece la capacidad de hacer las pruebas. "Aunque las personas se quedaban despiertas durante casi 33 horas, cuando tuvieron la oportunidad de dormir 10 horas su rendimiento volvió a la normalidad", dice Cohen. "Hay un interesante aspecto a corto plazo de la pérdida de sueño que se puede corregir con relativa rapidez en una larga noche".

Pero los días y las semanas de sueño perdido finalmente se toman su peaje. La gente despierta durante 24 horas tiene tiempos de reacción comparables a los de las personas que se encuentren legalmente borrachas. El estudio de Cohen revela que los que aguantan mucha vigilia durante dos o tres semanas llegan a ese nivel de discapacidad grave más rápidamente después de sólo 18 horas despiertos.

Los investigadores del sueño a veces usan la analogía de un reloj de arena para ilustrar cómo perdemos nuestra capacidad de funcionar con el transcurso del día. Dormir bien por la noche nos da una ración completa de arena; los granos comienzan a caer cuando nos despertamos, y "con cada grano que cae hay un creciente nivel de deterioro", explica Cohen. "La pérdida de sueño crónica aumenta el agujero entre las dos mitades del reloj de arena, así que la arena cae con más rapidez. Eso significa que una noche larga puede restaurar el sueño, pero que se agota con más celeridad".

El estudio también revela información valiosa sobre cómo los ritmos circadianos influyen en nuestras respuestas a la privación del sueño. Determinaron que influir en los periodos claves circadianos (de 15:00-19:00 para la mayoría de la gente, cuando los niveles de la hormona melatonina son los más bajos en sangre) puede enmascarar los efectos de la pérdida de sueño sobre el rendimiento. Para empeorar las cosas, dice Cohen, "investigaciones previas mostraban que la gente comienza a sobrevalorar su desempeño cuando sufre privación crónica de sueño". Pero la baja inevitable del ciclio circadiano ( de 3 a 7 de la mañana, cuando los niveles de melatonina son más altos) aumenta los efectos de la pérdida de sueño, disminuyendo los tiempos de reacción en un factor de 10, una de las razones por las que los conductores son especialmente propensos a errores por la noche. Aún no se sabe cuánto tiempo se tarda en superar una deuda de sueño a largo plazo. "Al menos, más de tres días", dice Cohen. "Incluso hasta un par de semanas con un horario de sueño normal".


(Diario Médico del Martes 6 de Julio de 2010, página 2, Recortes Prensa.)

1 comentario:

tayler durden dijo...

me viene a la mente mi viejo, que antes de trabajar haciendo guardias de continuo se pasó 10 años en un hostal perdido de peñafiel. solo venía a dormir en nochebuena, el resto del año tenía abierto el garito para camioneros, turistas y currantes de la zona. recuerdo que cada noche él cerraba el bar sobre la 1:30/2:00 y se levantaba a las 6:00/6:30 como muy tarde. a veces, a las 17:00 o así, podía echarse una siestecilla de una horita horita y media. durant 10 años. o 12, quizá. cada día.
putos viejos, eh, están hechos de otra pasta. me pregunto si nosotros, si yo, llegado el momento, sería capaz.