Tengo que quitarme esta costumbre
de quedarme inmóvil
en mitad de la calle
cuando ya no me ves
aun con el frío de tu saliva entre mis labios
aun con la lluvia de tu pelo sobre mis dedos
observando cómo te alejas de mí
hasta borrarte.
Tengo que dejar de creer que me acostumbra
poco a poco, que me prepara
contra esa vez última
que se acerca.
Porque sé que cuando te vayas,
y te vayas haciendo cada vez
más pequeña en la distancia
y no vuelvas la mirada
y el cruce de un autobús urbano línea 7,
o la esquina de un bloque de pisos
de alguna constructora que ya no existe,
o un contenedor de reciclaje
(ojalá el amor fuera plástico),
se traguen tu andar amargo y
sea para siempre,
siempre diré que aquel ritual doloroso
casi funciona. Por eso.
Tengo que dejar de hacerme daño
por si acaso en algún momento
tú dejas de poder hacérmelo.
NOVELA: Javier Mateo Hidalgo.
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1.
Todo comienza
donde la memoria
nos permite.
Dibuja la tiza
sobre un negro universo
y su polvo se desvanece.
¿Los recuerdos son nuestros
o está...
Hace 57 minutos
2 comentarios:
Me gusta, sí.
Pero me gusta mucho más porque es tuyo.
Que los textos de medicina molan un montón..
..pero los tuyos son increíblemente más bonitos.
Que creo que "..seguirá aparcada en tu doble fila" mucho tiempo más. Ahí, pudiendo haceros daño.
Y que 1besito!
tío, de vez en cuando por la costumbre y el conocernos me olvido de esa sensación mágica de descubrirte en cada línea. a veces me olvido de lo bueno que eres y pego un rapaso a cosas así y me digo joder, si por algo a te lo dije a tus 17. pues eso. que serás un medico de la ostia y de lo que tu quieras, pero siempre serás el de "quizá" y el de "felices 16" y el de "homenaje a los puntos suspensivos" y el de "deja vu nº 3" y el de "no volveré hacerlo". la próxima dejate liar un poco más, porque me gustaría verte en tu más pra esencia: borracho.
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