Me paro. Sólo un momento, me digo.
Yo pensaba que el vacío no dolía a punta de dedo cansado,
de bolígrafo roto, de veleta ardiendo.
Claro que no estoy bien.
A punto siempre de estar mejor que nunca.
He partido el mundo para no verte
y ahora estás en todos los añicos.
Inspiro. Esto que me hincha los pulmones
de ningún recuerdo vuelve a ser la realidad.
Observo. Pienso cambiarla. Cambiarme
para que te devuelvan el dinero. Giro.
El sol me baña por fin la sonrisa de futuro.
Y sigo caminando. No volveré a besar para escupir
el alcohol quemado de tu rastro.
Diego Rodríguez Reis / De "After ego"
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*a los héroes de ayer*
los héroes han transmutado
ya sin las broncíneas espadas
o los pesados revólveres
hermenéutica en mano
andan
sin descanso
a la busc...
Hace 1 hora
1 comentario:
Totalmente de acuerdo
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