Observo cómo se hunden dos comprimidos de Ibuprofeno en el vaso de Red-Bull caducado. La estela de pequeñas burbujas amarillas atravesando el brillo líquido de unos ojos que olvidé.
Suena La cera que arde de Rosendo, y miro con cansancio las nubes rosadas como manchas de vino malo cruzadas por cables de alta tensión y diez meses de nueva vida.
Suena El niño perdido de Camarón.
Creo que en realidad nunca he tenido el valor de desaparecer del todo de ningún sitio.
Rainer Maria Rilke / Señor, da a cada quien su propia muerte
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Señor, da a cada quien su propia muerte.
El morir que de cada vida brota,
donde él tuvo amor, sentido, apremio.
Pues solo somos vaina y hoja.
La gran...
Hace 10 horas
2 comentarios:
Me gusta mucho la entrada y el blog en general! Te sigo, pasate si quieres <3
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