Los domingos, en mi cabeza, un gitano mira a la luna y toca la trompeta, en mitad de un descampado vacío. Los domingos, en mi cabeza, escenifico metáforas ridículas sobre la tristeza, sobre la extraña belleza de las cosas rotas. Los domingos, en mi cabeza, para no pensar qué estará pasando dentro de la tuya.
TESTAMENTO por ÓSCAR ALONSO PARDO
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Si alguna vez el alzeheimer
se apodera de mis recuerdos
decidme que viajé a lugares remotos
en busca de tesoros escondidos
que me acosté con las mujeres ...
Hace 10 horas
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