domingo, 20 de abril de 2008

Gracias a todos


Sucedió por la noche, estoy seguro.
Una noche imprecisa
que bien podría haber sido la última.
La penúltima se la estaban sirviendo con hielo.
Y le dio por imaginar un ejército de sueños
que arrasaba las calles de Tribunal entre papel de fumar y tinta.
Un ejército de sueños ametrallando la realidad a ráfagas de poesía.
Hordas descontroladas de ilusiones en minúscula.
De esdrújulas armadas hasta los paréntesis de utopía.
Luchando por rimarnos la vida
más allá de los márgenes de un documento de Word.
Contra la artillería muy pesada de las normas de ortografía.
Francorimadores que nos subrayen que estar vivo es sólo un tachón,
si lo que vives no es en cursiva, si lo que escribes no es en negrita.
Si las grietas que te gritan no son las del corazón.
Un ejército de sueños ametrallando la realidad a ráfagas de poesía.
Porque entre un grito y un susurro,
estamos tú y yo.

Y aquel pobre borracho, muchacho medio ficticio
medio sirio soñador, nostálgico adicto.
Culpable de todos los crímenes de esta guerra,
con su sombrerito y su cerveza, qué cabrón,
y en la boca un canutito.
Nos escandarizó.
Castizo palentino,
nos hizo a todos cómplices de este delirio
de vicios y letras.
Nosotros no robamos, cogemos las palabras porque tenemos frío.
Nos arropamos con las aceras
para acercarnos las estrellas a las ausencias.
nos ocultamos tras las metáforas
cuando las derrotas nos dejan rota la mirada,
y drogada la sonrisa de tristeza.

Con los dedos de la rutina siempre apretándonos del cuello.
Nos fuimos bebiendo los días. Apaloseco
de las estanterías al cemento. Así es esto
de poner en su puto sitio algunas cositas.
Una de cal
y otra de arsénico.
Y aquel ejército ahora tiene unas 60 páginas entre mentiras y sueños
bien maquetados, mal maquillados y en blanco y negro.
Y bueno, pues aquí estamos.
Disparando más versos de los que puedas esquivar.
Por que el mundo es injusto chaval
Pero si me desbocas.
Yo también sé jugarme la prosa
Yo también sé rimar…
Y en este afán de liberarte
con la boquita siempre por delante
Te voy a tener que provocar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

vale.
creía que no habían llegado a tus oídos mis súplicas,
y gracias. así.
como que de verdad.
además,
creo que nunca he podido escribirte,
creo que poco he podido decirte,
pero también creo en la revolución sociocultural...
así que pueden pasar muchas muchas cosas más...
y más
ahora que vuelvo a tener la opción de imprimirte para dormirme.

el texto este es la ostia. y lo sé porque sé que esto en general es la ostia. es lo que tiene no esperar nada de la vida, supongo. que así cuando llega lo bueno llega en forma de belleza de explosión.
bueno.
cracias al cielo (que ahora no sabe si lluvia o si sol)
que no sé ponerme con palabras,
pero sí sé valorarlas
y de nuevo
y de asonancia.

tío,
muchísimas muchísimas gracias.

Sh dijo...

""""Te voy a tener que provocar.""""
Qué grande!
Me perdí tu reclamación a provocar, estaba Entrevidas yo también Descubriendo el queso Emmental. Me perdí eso que dicen que haces en clase cuadno preguntas por el estado patogénico del corazón de estos hombres tristes de triste sombra y minúsculo aliento. eEn el fondo es la pregunta maquillada que escondemos trás las académicas preguntas sobre tensión y confort, urea y riñón:
Cómo salvarlos doctor?

DrWiler dijo...

cómo salvarlo no.
cómo salvarnos.
sí, de nosotros mismos.
cómo escapar a esta forma tan intensa de estar vivos.
nos apasionan tantas cosas que jamás seremos buenos en nada.
y me parece una bendición que quizá no merezca.
un placer, gregory.
puta urea..