Porque hay palabras que duelen más que otras.
Porque hay palabras que matan de miedo.
-Abarognosia: incapacidad para estimar o comparar el peso de objetos, especialmente de los que se sostienen con la mano.
-Abasia: incapacidad para caminar.
-Acatisia: trastorno caracterizado por inquietud y agitación que se puede observar en la discinesia tardía.
-Acúfeno objetivo: ruido producido en el oído que puede ser escuchado por otra persona, en especial si se utiliza un fonendoscopio. También tinnitus.
-Acusma: impresión alucinatoria de sonidos extraños.
-Alexitimia: incapacidad para experimentar y comunicar los sentimientos de forma consciente.
-Algofobia: trastorno de ansiedad caracterizado por un temor desproporcionado a experimentar dolor o a presenciarlo en otros.
-Algolagnia: forma de perversión sexual caracterizada por el sadismo (activo) o el masoquismo (pasivo).
-Ameleia: rasgo psicológico de apatía o de indiferencia asociado a ciertas formas de psicosis.
-Amaurosis: ceguera, especialmente falta de visión debida a una causa extraocular, como en las enfermedades cerebrales o del nervio óptico, en la diabetes, en las nefropatías, o en las intoxicaciones sistémicas producidas por consumo excesivo de alcohol o de tabaco.
-Anasarca: edema masivo y generalizado. Se suele observar en los casos de edema asociado a nefropatía, cuando la retención de líquidos se prolonga durante un determinado periodo de tiempo.
-Anhedonia: incapacidad para sentir placer o satisfacción a partir de experiencias que por lo común resultan placenteras.
-Anodinia: ausencia de dolor.
-Atetosis: trastorno neuromuscular caracterizado por movimientos de torsión, lentos, continuos o involuntarios, que afectan a las extremidades, como puede verse en algunas formas de parálisis cerebral y en los trastornos motores derivados de las lesiones en los ganglios basales.
-Aura: sensación a modo de luz o calor, que puede preceder a una migraña o a una crisis epiléptica.
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