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Mi olfato no me engaña:
la amistad con una chica
huele a naranjas recién peladas.
En aquel tiempo,
entre partida y partida de cartas,
le dediqué el primer poema
y me hice una paja sonriente
pensando en ella.
Más tarde,
nunca he sabido por qué,
todos los poemas
comenzaron a ser para ella
y todas las pajas para ella
y toda mi mente para ella.
Fue cuando mi olfato empezó a dudar:
aquello se pasaba de naranjas.
(Batania)
Como ya dije antes, muchas gracias. Por el ejemplar de "No quieres hacer la vida que te toca", un cuadernillo concebido, escrito, impreso y encuadernado por tí mismo, Batania. Y del cual, ya lo sabes, he extraído el poema. Además, muchas felicidades por tus dos años de neorrabloguismo. Te sigo vigilando.
NOVELA: Javier Mateo Hidalgo.
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1.
Todo comienza
donde la memoria
nos permite.
Dibuja la tiza
sobre un negro universo
y su polvo se desvanece.
¿Los recuerdos son nuestros
o está...
Hace 19 horas
1 comentario:
Genial
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