martes, 27 de julio de 2010

Pronóstico reservado


Desde dónde se me vienen a posar

en la boca, las palabras.

Desde dónde, hasta anidar

en las teclas febriles,

a veces bajo bolígrafos de propaganda,

las palabras. Lo que no dicen:

tu brillo volátil,

estela de un dolor irradiado.

Lo que de ti queda cuando ya no eres,

un destello diluido en alcohol y meses.



Quemando qué ropa para tapar qué olor,

partiendo cuántas costillas.

Desgarrando qué tendones en su trayecto,

qué recuerdos empalados por el disparo centrífugo,

cuántas arterias derramando vacío sobre mi fondo.

(Las palabras siempre del espesor de la sangre).

Con qué demora me llegan si creo que llegan.

Atravesando cuántos órganos falsamente

vitales a su paso, cuántos pasados que son el mismo

reparado y vuelto a romper, mil veces estrellado

entre dos bocas de gasóleo.



Pero porqué sobre todo, porqué no

me siento mejor. Porqué peor no sé

si tampoco. Porqué alondras de litio

en la faringe y silencio telefónico.



Habrá que puentear el miedo

y su siembra de fuego y hormigas.

Volverme hacia ti, volverte a ganar

sin perderme de vista o del todo.

La noche líquida o nadie, aunque cueste.

Tendré que driblar el odio,

ese artefacto, su sabor. Y limar la mirada

de esquirlas dentro de un puño cerrado.



Para al final ser ya otro,

y que nada sirva.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

guauuu muy bueno no?
muy triste también..
..cuando te den los 250 euros que vale un plan perfecto de un día perfecto tendras que escribir algo igual de bueno pero de otra manera!

un besito de cerveza+paella+mojitos+piscina+...!!

samsa dijo...

muy muy bueno, sinceramente me alegra saber que has dejado de acuchillar con bolígrafos y hayas vuelto hacia atras, siempre evolucionando hacia adelante