A estas alturas de la resaca y a pesar de no tener nada que confesar antes de que cualquiera me delate.
Para unos ha sido un giro discreto, apenas perceptible. Casi perdonable.
Otros podrán recriminarme brusquedad y falta de delicadeza. Hasta de respeto. Y puede que a mí mismo.
La persona de mis textos siempre en segunda persona ya no es la misma persona a pesar de ese algo que le hace ser constantemente la misma persona que no termina de existir a este lado de la pantalla.
Hace tiempo que ya no es a ti a quien escribo. Sino a ti.
Y espero que tú nunca lo sepas del todo.
CANSADO por PABLO OTERO
-
Cansado
de terapias, de dimes y diretes, de
aguafiestas, de
llorones y lloronas, de
egos vacíos, de
amiguísimos y amiguísimas, de
filósofos analfaburros,...
Hace 8 horas


1 comentario:
CHAN CHANNNN
A veces tus textos necesitan de onomatopeyas a falta de un templado susurro en la nuca.
No templado. Lo templado es. De cobardes.
Publicar un comentario