domingo, 31 de marzo de 2013

Hank Moody

Mi vida ahora.
Preparar café, telefonear más a mis padres,
tender la mirada y lavadoras
bajo la lluvia cansada del distrito de Arganzuela.

Las suelas desgastadas de mis New Balance rojas
en la taquilla del hospital.
Alguna vez follar.
Y alguna vez llorar
con el violín de esa canción de Los Planetas.
Mi vida ahora.
El magnetismo insomne de las autovías desiertas.

Buscar la verdad dentro de la gente
con endoscopias y para nada.
Retomar al menos el control de mi prosa.
El recuerdo de las calles de Lavapiés
(que sólo existen de noche y desenfocadas)
desplegándose para que encuentre el camino de vuelta a casa.
Mis ojeras en el espejo del ascensor
y aceptar de una vez
que no me sale ser Hank Moody.
Un blister a medias de Omeprazol sobre la colcha.
Este coágulo adherido de Ballantines y semanas
es mi vida ahora.

Todo y sólo esto.
Bastante orgullo, cierta tristeza. Intentos.
Distracciones suficientes para alimentar
la esperanza de quien necesita amar
a quien todavía no conoce. Mi vida ahora
es ese blíster incompleto contra el ácido de los días
pero es mía y es siempre
de momento.

3 comentarios:

Garzi dijo...

Genial tío, otra vez más alguien diciendo por ahí lo que a mi (ya) no me sale escribir.ni ser Hank Moody, tampoco, ya ves, se hacía cansado ya.un abrazo figura

Clariclea dijo...

Me encanta. Seas quien seas, estés donde estés, simplemente transmites.

Trikitixa dijo...

Espléndida sinopsis para aquella que te sigue según sople el viento..
Sigue creciendo (y sigue dejándonos constancia de ello).
Un abrazo