martes, 4 de mayo de 2010

ElogioS de la fugacidad


Hotel


El frío de las migraciones,

la desolada conversación de los que están despiertos hasta el amanecer,

y cuando el sol derrumba las materias nocturnas

se miran a los ojos y se ven lívidos y como si tuvieran ceniza,

mientras afuera el verde río se pudre

y se difunde el clima artificial
que aísla los cuartos del hotel

y los convierte en frigoríficos.




Hoy mismo


Mira las cosas que se van,
recuérdalas,

porque no volverás a verlas nunca.




La lengua de las cosas


La lengua de las cosas debe de ser el polvo donde se comunican sin hablarse.

El polvo o la sombra que proyectan.


Demencia de las cosas cuando su voluntad se rebela

y se esconden frenéticas o se niegan a funcionar obstinadas.
únicos medios de rebelión a su alcance,

Únicas formas de decirnos que no somos sus amos,

aunque tengamos el poder

de destruirlas y olvidarlas.





(Jose Emilio Pacheco. "Elogio de la Fugacidad. Antología poética 1958-2009")

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