Vidas de los poetas
En la poesía no hay final feliz.
Los poetas acaban
viviendo su locura.
Y son descuartizados como reses
(sucedió con Darío).
O bien los apedrean y terminan
arrojándose al mar o con cristales
de cianuro en la boca.
O muertos de alcoholismo, drogadicción, miseria.
O lo que es peor: poetas oficiales,
amargos pobladores de un sarcófago
llamado Obras completas.
(José Emilio Pacheco. Antología poética 1958-2009)
NO SOY ENRIQUE VILA-MATAS: Montero Glez.
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Los cincuenta y cuatro artículos que contiene *No soy Enrique Vila-Mata*s
(escogidos con mimo para la ocasión) trazan, página a página, un viaje a
través...
Hace 10 horas
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