miércoles, 26 de mayo de 2010

Otro poema que debería haber escrito yo


Vidas de los poetas



En la poesía no hay final feliz.
Los poetas acaban
viviendo su locura.
Y son descuartizados como reses
(sucedió con Darío).
O bien los apedrean y terminan
arrojándose al mar o con cristales
de cianuro en la boca.
O muertos de alcoholismo, drogadicción, miseria.
O lo que es peor: poetas oficiales,
amargos pobladores de un sarcófago
llamado Obras completas.



(José Emilio Pacheco. Antología poética 1958-2009)

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