Me gusta caminar a través del frío
con los ojos llorosos y una lata de cerveza quemándome los dedos.
No pensar en nada y dejar
que la ciudad me pase borrosa y veloz a ambos lados
del tiempo.
Me gusta caminar por esta intemperie interior rota
llena de charcos y de hojas secas y de ruedas
bajo los nidos de niebla ámbar que envuelven las farolas.
Me gusta caminar rajando puentes, aceras, parques, recuerdos,
como rajan los tejados este sol velado de yema hervida.
Siguen los cartones sobre los parabrisas aparcados,
las ramas de chopo desnudas
como cordilleras de manos implorando y culpando
a la vez, a un mismo cielo opaco. Sordo.
Y sigo avanzando, tras mi propio vaho,
grieta en el hielo,
al encuentro inconsciente del extravío que eres.
Despidiéndome ya del invierno que somos.
Fuimos.
Eran.
DEL FONDO: Prólogo por Jesús Palacios.
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LA OSCURIDAD AL FINAL DEL TÚNEL
Podría decirse que la mejor poesía es el lenguaje de los sueños, libre de
las necesidades lógicas de la narrativa, con ...
Hace 9 horas
3 comentarios:
Mejor...despidiendo(-la)...el recuerdo de la idea.
eres
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