Sudor. Inquietud.
Pensamientos intrusivos.
Ni la lectura ni el cansancio son suficientes.
Cambio de postura sin esperanza.
Fallan también la masturbación y el vasito de agua.
Al final, otra vez moléculas
de lorazepam surcando mi sangre.
Te echo de menos y pienso en tu cuerpo
como un cadáver aun caliente
en el maletero de mi cerebro.
Y ahora que por fin he podido matarte,
duermo.
HÍBRIDOS 2025: MAESTROS DEL TERROR
-
Además de varias ponencias sobre vampiros, muertas enamoradas y otras razas
de la noche, en HÍBRIDOS 2025 volvemos a abordar, en la sección MAESTROS
DE...
Hace 1 día


No hay comentarios:
Publicar un comentario