Todo lo que vosotros vivisteis después
no fue más que una secuela predecible
como ensuciada de inercia,
amputada de brillo.
El auténtico destello de líquido áspero
sucedió justo antes.
Y yo estaba allí,
enterrado en una fuga de aristas,
lamido por las llamas de la gloria.
Jamás volví a sentirme protagonista del mundo.
Pero al día siguiente,
sedado ya por este velo grisáceo en la mirada,
pensé que sería una sensación pasajera.
Imagen: S/T, 2000.
Oxidación s/chapa galvanizada, 91 x 59cm.
1 comentario:
El texto es tuyo, ¿no?
Diantres! A mí me gusta tu mezclatura que no es otra cosa distinta a lo que tú eres/vives. Pero igual, te perfilas más como creador, haciéndote más perro (no hay otra manera) en respuesta a las exigencias del respetable.
¿Quién sabe?
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