sábado, 5 de septiembre de 2009

Creación incierta


Te creé para poder amar.

Te fui modelando como el inverso exacto de mi morfología.

Como el perfecto antídoto frágil contra un miedo.

Vigilados siempre

por el reflejo sobre tu piel

de un amanecer desbrozado en silencios.

Te contaminé con mis virtudes.

hasta admirar mis defectos.


Te creé para poder amar.

Como si cambiar

fuese una tragedia ficticia,

imposible

como un telediario.

Una catástrofe lejana y lenta.

Como la estela miserable

del dolor de un beso a través del tiempo.



Te creé para poder amar.

Sin saber si es amar una capacidad

o una carencia triste,

una cojera introspectiva

de la que salir corriendo.


Te creé para poder amar.

Y prometo no saber jamás
si fracasaste en el intento.



Imágenes:

GÉNESIS, 1988.
Hierro-poliester, 168 x 76 x 126 cm.
Obra de Ginés Castillo



2 comentarios:

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Sea lo que sea, amar es imprescindible. Así que, creé para ello, hasta un fin de los tiempos.
Un saludo

Anónimo dijo...

no fracasó...