martes, 10 de abril de 2012

Atajos

No más verme sonriendo y líquido
en el negro
de unos ojos traidores.
(Porque lo tuve
sé que no lo necesito:)
No quiero un receptáculo caliente
y quebradizo
de semen y horas muertas.

Me quedo en mi cinismo,
armado de drogas blandas y pornografía on line.
Y otra vez el silencio,
ese atajo encharcado de sangre y whisky
hacia mí mismo.

Pero gracias.

1 comentario:

mvua dijo...

Lo feliz de haber nadado en el infierno, de a ratos, es que sabes muy bien qué fronteras no piensas pasar.
Pero resumirlo en esto, y sobre todo en:
(Porque lo tuve
sé que no lo necesito:)
me enriquece la necesidad sutil de pasar por aquí cada día a ver si has escrito algo más que a mi me hubiese gustado escribir.
Sigue ocurriendo, como ves...
Entre admiración y sana envidia.

P.D:Buen día.