Ahora. Después del tono exagerado y ridículo.
Artificialmente dramático. Grandilocuente y sentencioso que desacredita mis textos. Todos. Malos.
Que incapacita hasta el mínimo sustrato de experiencia real que puedan esconder. Ahora, precisamente.
Después de perder treinta veces ese estilo que tampoco era el mío otra vez. De abusar de adjetivos, dicen. De creerme original por no saber colocar los puntos y seguido. Ahora.
Después de meses de renglones torcidos de vergüenza. De asco.
Al verme encontrando una altísima carga literaria en todo lo prosaico y cotidiano, lo vacío, que me roza esquivándome.
Sin poder huir. De mis márgenes de pena. De mis letras mediocres.
Después de intentar aprovechar todo lo inútil que me ha quedado cerca tras el vendaval. Patético tras la tormenta de verano y palabras que es mi eterno presente. Ahora no.
No te atrevas a dejar de joderme la vida.
Justo ahora que estaba apunto de escribir algo decente.
¿Qué hubiera pasado si la referencia de la nota de corte hubiera sido la
misma que el año anterior?...
-
... es decir, el 25 % del promedio del 10 % de los mejores exámenes, y no
0,33 netas...- La nota de corte hubiera sido de 32,00 netas en lugar de una
nota...
Hace 12 horas
2 comentarios:
toma ya!
esto sí!
Lo vuelvo a poner,vas mejorando,me alegro mucho guapo,me gusta que le pongas a tus textos ese autenticò caracter,el tuyo,toma la calle YÁ!
ja,ja,ja
un besoooo.ooo.ooo
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