sábado, 24 de marzo de 2012

Nocilla Experience VI


"Marc, siempre que va al mercado que hay en los bajos de su edificio, regresa enojado porque quieren venderle productos etiquetados como ecológicos o naturales. A mí, señora, deme usted lo artificial, ¿es que acaso me ve vestido de campesino? ¿No se ha enterado usted aún de lo que es la síntesis? Como no tiene lavadora lleva la ropa una vez por semana a una lavandería, que está a un par de manzanas, llamada Pet Shop Boys, cuyo dueño, un gay treintañero que heredó el negocio, tiene todo el día a ese grupo en el hilo musical instalado nada más morirse sus padres. Siempre saluda a Marc con un movimiento de mano y le cuenta que ha pedido unas nuevas lavadoras, muy potentes y baratas, que fabrican en un país del Este cuyo nombre siempre se le escapa. Marc, mientras espera, mira el rodar del tambor, y cada día se sorprende pensando que lo que da vueltas ahí dentro no es ni más ni menos que su propia piel solidificada. Pero hoy ha pensado que esa mezcla de pieles es la destrucción de la Teoría de Conjuntos, la derrota de los órganos de un cuerpo."

"Jack entra en la caravana. Es metálica, de color aluminio y contornos redondeados. La compró porque le recordaba a Carol, también fuerte y suave. Abre las pequeñas escotillas y deja la puerta abierta, así penetra un neto haz de luz que le hace compañía mientras se sienta en la zona en penumbra. Al lado de la cama plegable tiene un trozo del decorado de Corazonada, la película de Coppola, que pilló en una subasta en Palo Alto, un pedazo de cartón piedra bastante roto en el que está un automóvil de los 70 y un horizonte desértico en tonos pastel sobre el que hay un cisne gigante, una rueda rota de bicicleta y una fuente de neón de la que nunca para de salir agua. Traía los cables pelados, pero consiguió arreglarla. Ahora enciende la radio, limpia un poco la cocinilla, ordena, lee un rato Moby Dick, el único libro que tiene. Después, cuando el sol declina, sale a sentarse fuera. Suele pensar entonces que cuando Carol desapareció del planeta Tierra, alguien bondadoso de ahí arriba tendría que estar calculando que justo en ese momento la cantidad de bien dispendiado por ella en esta vida era igual en cifra a la cantidad de mal que también había infligido a sus semejantes, y que el sentido de la vida consiste en eso, en arrojar al final un saldo igual a cero. Otras veces, también por la noche, enciende la fuente de neón de la que nunca para de salir agua y se sienta fuera a ver el resplandor. Después, suele quedarse dormido con un güisqui en la mano."

(más fragmentos extraídos de Nocilla Experience, el delicioso delirio narrativo que me tiene absolutamente fascinado, de Agustín Fernández Mallo, y del que seguiré subiendo maravillas troceadas de esta subespecie remota hasta la saciedad o la denuncia)

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